Básicamente voy a hacer un update de lo que es la leucemia linfoide crónica. La leucemia linfoide crónica es una de las leucemias más comunes en la población occidental, es una leucemia que la sufren as personas adultas en un rango etario de entre 50 y 80 años y hasta cierto punto y en algunos pacientes sigue siendo incurable.
La leucemia linfoide crónica es un modelo de estudio del linfocito B. La célula que se transforma en esta leucemia es el linfocito B, una de las principales herramientas que tiene el sistema inmune para la inmunidad adaptativa.
En esta leucemia el linfocito B es un linfocito B pequeño maduro, que de alguna manera a logrado bypasear ese control de muerte celular que tienen las células de nuestro organismo. Por lo tanto son células que no se mueren, son células que no progresan pero que se van acumulando en la medula ósea, en la sangre periférica y en el órgano linfoide, en órganos linfoides secundarios, lo cual nos lleva luego a complicaciones clínicas en el paciente.
La leucemia linfoide crónica es una enfermedad a su vez sumamente heterogénea. Podemos contar con pacientes que debutan de forma indolente y pueden seguir varios años sin ningún problema, y normalmente pueden morirse por una causa que no va a estar relacionada con la enfermedad.
Sin embargo tenemos otro tercio de pacientes que son pacientes que comienzan en forma indolente peor progresan rápidamente y necesitan tratamiento. Tenemos también el último tercio de pacientes que empiezan con una enfermedad muy progresora y necesitan un tratamiento. Muchas veces el tratamiento estándar no es suficiente para curarlos.
Esta heterogeneidad, tanto clínica, se ve también al nivel molecular, y en los últimos años, en la leucemia linfoide crónica, uno de los paradigmas que se han cambiado es que la descripción de otro tipo de poblaciones, ese mismo linfocito B se demostró que bien puede proliferar.
Por lo tanto ahora la leucemia linfoide crónica no se le considera como una enfermedad no proliferativa, si no que dependiendo de un equilibrio entre las poblaciones proliferantes y las poblaciones quiescentes que no proliferan está muy relacionado a la progresión de la enfermedad.
Allí es donde mi grupo de trabajo, y otros grupos, estamos intentado obtener resultados a nivel de la biología molecular de esas poblaciones proliferantes, porque está visto que estas poblaciones, que empiezan a proliferar, son capaces de interaccionar con otras células no tumorales, si no células inmunológicas del microambiente inmunológico, células T, células dendríticas, células estromales, que son capaces de generar la activación, a través de señales, de ese linfocito B quiescente.
Este linfocito B ahora deja de ser quiescente y se empieza a proliferar. Esta célula que prolifera necesita antes dividirse. Cuando esa célula se divide su DNA se divide, y digámoslo así, ese DNA está mucho más susceptible a recibir mutaciones y parece ser que en la evolución clonal, los estudios de secuenciado masivo que se han generado en los últimos años están mostrando que estas células que se empezaban a dividir y que empiezan a progresar, son las células que reciben una gran cantidad de mutaciones en otros genes.
Son esos genes, esas mutaciones en esos genes, las que terminan llevando a la progresión celular. Por lo tanto, poder conocer cómo se dan esas interacciones que llevan a mutación puntual y con eso a la proliferación de la célula, podría ser una de las estrategias terapéuticas adicionales que podríamos contar para tratar a pacientes justamente que al día de hoy con los métodos estándar de tratamiento no están siendo curados. Eso es un poco del resumen de lo que voy a hablar en el dia de hoy.