Yo soy la Doctora Patricia Romero Fuentes, soy pediatra, convención y ginecología pediátrica y adolescente del Hospital de niños Luis Calvo Mackenna de Santiago de Chile. Trabajamos en la unidad de ginecología pediátrica y adolescente y atendemos a las pacientes derivadas de nuestro hospital y del área oriente de Santiago con patología ginecológica. Prestamos atención a la demanda en morbilidad en ginecología pediátrica ambulatoria y a la demanda de las pacientes hospitalizadas. O sea, realizamos una labor integral junto con otros especialistas en pacientes con patologías complejas crónicas como trasplantas de hígado, trasplantas renales y, en general, pacientes inmunológicos, patologías inmunológicas, etc.
En esta ocasión os vamos a presentar, en este encuentro latinoamericano de virus papiloma, los resultados preliminares de un trabajo que estamos realizando para el Instituto Salud Pública de Chile. En conjunto las unidades de ginecología infantil y de dermatología de nuestro hospital.
El propósito de este trabajo es conocer, primero, la prevalencia de los virus papiloma en lesiones Genito-Anales en niñas, niños y adolescentes; y determinar, los tipos de virus papiloma que se encuentran en estos grupos etarios. Nuestra población, en general, son niñas pequeñas y adolescentes menores.
El virus papiloma en niños puede tener distintas vías de transmisión, puede ser a través de la vía de transmisión vertical del parto, a través de secreciones. Pero para que se trasmita esto a través de fómites es necesario que haya una lesión previa, y a través de contacto sexual. En este caso, en niñas y en niños menores se debe a agresiones sexuales, y en adolescentes mayores puede ser por actividad sexual voluntaria.
En este caso, hemos decido estudiar una muestra de alrededor de 90 pacientes y realizar toma de muestra a pacientes que presentan lesiones tipo pápulas, verrugas, alteraciones de la mucosa genital o, pacientes que tienen antecedentes de sospecha o de abuso sexual, buscando el ADN del virus papiloma.
En general, en niños las lesiones pueden no ser típicas, pueden ser muy atípicas o pueden ser portadores sin lesiones. Existen escasas publicaciones en relación a esto, la mayoría de los estudios realizados han sido en grupos de niños que se conoce que han sido abusados y la incidencia que se encuentra no es muy alta, 1 o 2 por ciento máximo.
Es distinto lo que nosotros vamos a hacer, nosotros vamos a hacer en población en general, que llegan por otros motivos de consulta, o, con dilomatosa o sospecha de verrugas. Vamos a tomar muestras de estos niños y es lo que hicimos.
En los resultados preliminares de nuestro estudio, hasta la fecha, vamos a presentar 35 casos, la edad promedio de nuestras niñas es alrededor de 9 años, el 77% de la muestra son mujeres y el 30% son varones, de estas, el mayor porcentaje son niñas prepuberales.
De estos 35 casos estudiados obtuvimos 9 positivos, lo que es alrededor de un 27,5% o un 26% de positividad. Tuvimos algunas muestras que fueron inválidas, 5 muestras, inválidas porque no se obtuvo suficiente ADN como para descartar o confirmar la infección.
Estas 35 pacientes consultaron por diversos motivos, algunas porque habían tenido condiloma anteriormente y venían a control y otras porque hace un par de años atrás habían tenido virus papiloma, incluso una de ellas tipo 16. Las metimos en el estudio para realizarles un control porque aún se veían alguna pápula en la horquilla. La otra causa muy frecuente de consulta fue vulvovaginitis, normal y corriente, que es la causa más común de consulta en niñas en ginecología.
De esta n de 35 pacientes obtuvimos 9 positivas para virus papiloma. De estas 9, 7 fueron mujeres y 2 varones, en esta muestra hubo 2 adolescentes positivos. Llama la atención una adolescente de 16 años, con actividad sexual, que tuvo una inmensa masa condilomatosa, fue operada, es trasplantada renal y esta inmunosuprimida. Esta niña tuvo una lesión gigantesca por condilomas en el ano y en la vulva, por lo tanto, le tomamos muestras de los residuos que le quedaron, que eran bastantes, después de que le hicieran una abrasión quirúrgica. Otro adolescente varón también tuvo una masa condilomatosa en el ano y era un joven que tenía actividad homosexual.
Estos son los dos adolescentes, y los otros son niños prepuberales. Lo que llama la atención en todos estos pacientes es que se tipificaron virus en un 55% que son de alto riesgo oncogénico, y que son el virus 54, 59, 55 y, en un caso, en una niña encontramos virus 16. Y dentro de los virus de más bajos riesgos oncogénicos, el más frecuente fue el virus tipo 6.
Nosotros no esperábamos encontrarnos con esto, en realidad estábamos pensando en los virus más comúnmente conocidos y que son aquellos a los que es dirigida la vacuna. La vacuna va dirigida al 16 al 18 con el punto de vista de prevenir el cáncer, y al 6 y al 11 para prevenir la infección de los condilomas genitales que es la tetravalente.
Nuestra conclusión es que en estas niñas, 35 niñas de este estudio preliminar, tenemos en los resultados preliminares un 26% de positividad de estas lesiones, que resultan positivas para el virus papiloma. Un alto porcentaje, más de la mitad, presenta virus potencialmente oncogénico y que un 40 y tantos por ciento presenta virus tipo 6. Lo que nos hace dar otra mirada a esta situación y continuar nuestro estudio, nos queda por estudiar todavía alrededor de 70 pacientes más y vamos a ver qué resultados tenemos al final de las 70 pacientes.
Otra cosa que aprendimos en esto, es que tenemos que corregir la técnica de toma de muestra, porque a esta altura teníamos 5 muestras inválidas. La idea es disminuir la cantidad de muestras inválidas humedeciendo mejor la tórula dentro del medio de transporte para obtener un mayor rendimiento.
Pensamos que esta contribución es un aporte en el sentido que se trata de un estudio en niñas, en niños y en adolescentes menores. Cosa que no está publicada en Chile, que no está estudiada, y que en segundo lugar, en el mundo hay pocos estudios de este tipo y la mayoría de los estudios se refieren a niños que han sido abusados.