En esta reunión he abordado el tema de la detección del virus papiloma humano y los diferentes métodos que tenemos actualmente disponibles, tratando de diferenciar aquellos que se utilizan en los proyectos de investigación epidemiológica para la genotipificación viral, y la vigilancia laboratorial por supuesto, de aquellos que se usan en la práctica clínica para el manejo de pacientes.
Tratando de insistir, en buscar la mejor manera para elegir el método más apropiado en cada caso según el objetivo que se perciba, y en esta charla entonces ha sido necesario poder diferenciar lo que es la sensibilidad clínica de la sensibilidad analítica. Es decir, cuando uno se plantea el objetivo del manejo de pacientes tiene que tratar de elegir los métodos que detectan el virus asociado a una enfermedad relevante, mientras que en los casos de los proyectos de investigación, y vigilancia laboratorial de infección por HPV, nos enfocamos en cambio en métodos con alta sensibilidad analítica que nos permitan identificar el virus, no importa a qué tipo de muestras esté asociado, si hay o no enfermedad.
Entonces, presenté una revisión crítica, de los diferentes métodos que tenemos actualmente en el mercado, e hice también mucho hincapié en que los métodos que se usan para investigación epidemiológica y vigilancia son los que genotipifican y requieren un riguroso control de calidad de la genotipificación, para eso hay paneles que distribuye la OMS que permite saber cómo uno está trabajando.
Por otro lado en la parte clínica, existe una gran variedad de sistemas comerciales disponibles, tanto para el tamizaje poblacional como para otros usos clínicos, y es importante que en el ambiente clínico, y en especial las autoridades sanitarias de cada país, averigüen la condición en cuanto a la licencia de las autoridades regulatorias y la variación clínica, de cada uno de los métodos para elegir realmente el método adecuado, aquel que cuente con la validación clínica para el fin que se va a usar.