Hoy en día presente los estudios que hemos hecho en Chile, desde el año 2001, el primer estudio de la prevalencia de la infección de mujeres de la población general en una zona de Santiago, que es una zona de población beneficiaria al sector público de salud, una población de relativamente bajos ingresos, y en ella en el año 2001 estudiamos todos los virus papiloma humano de alto y bajo riesgo en muestras cervicales, y encontramos que la prevalencia de infección es aproximadamente del 10% de promedio.
En el año 2006 revisitamos a las mujeres y repetimos los exámenes de virus papiloma junto con papanicolau y junto con una historia y pudimos ver el porcentaje de mujeres que tenían persistencia de la infección también las mujeres de las que se había erradicado la infección y las nuevas infecciones.
Con eso en el fondo lo que encontramos en este periodo había un aumento de infección por el virus en esta población y que se acompaña también de una liberalización de los comportamientos sexuales y un aumento del recambio de pareja, un aumento de las personas que se separan.
Junto con eso vimos que se aumentó la infección y lo que llamo la atención en la curva de la infección por edad es que si se ve el máximo de infección en edades de menores de 20 años, que llegan a sobre el 30% la infección por el virus baja y llega al mínimo entorno a los 40 años, y después de los 50 años hay un nuevo ascenso de las infecciones nuevas.
Eso en realidad ha sido un enigma, lo he discutido esta mañana, de si es un efecto de corte o son nuevas infecciones. Una de las ideas también es que puede ser una reactivación de una infección latente que se activa en la menopausia probablemente por un tema de baja de la inmunidad local.
Ese fue uno de los estudios que nos permite dimensionar el volumen de infección que hay en nuestra población por virus oncogénicos.
Después presente la experiencia más reciente, que fue entre el año 2009 y el 2012, en el cual nosotros en la misma zona de Santiago, en la zona de Puente Alto, que es una zona también de bajos recursos. Estudiamos prácticamente 9000 mujeres, cada ellas son mujeres de entre 25-64 años, que son mujeres beneficiarias del plan o del programa nacional de papanicolau.
En ellas hicimos, junto con la toma del papanicolau les tomamos una segunda muestra para VPH. Todas las que estaban positivas a una de las dos muestras se les hizo una colposcopia y nosotros vimos que porcentaje de lesiones que encontramos en la colposcopia detecto el papanicolau y cuantas detecto el virus de papiloma humano.
En este caso nosotros usamos la captura con Hybrid capture 2. Para la sorpresa nuestra la sensibilidad del papanicolau en estas zonas de Santiago, que es una zona que tiene un millón y medio de habitantes, fue bastante baja, de un 22%, comparada con la sensibilidad del virus de papiloma que fue de un 95%.
Esto fue un resultado muy importante, entonces a raíz de eso nosotros estamos recomendando que se realice el programa nacional, que se realice la estrategia que se considere seriamente la inconveniencia de incorporar el virus papiloma como screening primario.
También discutí la historia del programa de cáncer cervicouterino en Chile que esta desde los años 80, desde mediados del 80. Es un programa que existe en todo el país y que tiene una infraestructura muy amplia y con matronas muy bien capacitadas, que en el fondo si sobre esa misma infraestructura uno cambia el test, un test insensible por un test muy sensible, podemos tener un impacto increíble en un muy corto plazo aprovechando la infraestructura que tiene el país.
Esto es como una parte de la propuesta nuestra y la otra propuesta es en el área de la vacunación, que me toco a mi hacer la recomendación en la comisión asesora de vacunas del ministerio de salud. Estuve trabajando de tres años con ellos hasta el 2013, y allí hicimos una recomendación bastante innovadora de vacunar a niñas de 9 años, usando solamente dos dosis y con un intervalo de 12 meses entre cada dosis.
En base a la audiencia que hay hoy en día, consideramos que eso es un esquema óptimo en cuanto a su inmunogenicidad e ideal desde el punto de vista de su salud publica, por lo práctico de que se dice salud tiene que ir a las escuelas a vacunar solo una vez al año, porque una vez va y coloca la primera dosis a una corte, el año siguiente va y les coloca la segunda dosis a las que le corresponde, y la primera las nuevas cortes. De tal manera que es muy práctico desde el punto de vista de salud pública, y al alegar las dosis produce mayor inmunogenicidad.
Entonces cerrando, nuestra propuesta ha sido innovar rápidamente, protegiendo a las niñas con esta vacuna, con este esquema de dos dosis y a las madres ofreciéndoles técnicas moleculares, y eso fue mi presentación de hoy.