Muchos pacientes tienen dificultades para comprender el cáncer de tiroides, por lo que necesitan explicaciones claras sobre su diagnóstico y tratamiento. Los problemas de transporte pueden dificultar el seguimiento médico, y el apoyo familiar es fundamental. Muchos pacientes acuden con un cáncer avanzado, lo que complica el tratamiento. Las autoexploraciones periódicas y el acceso a la atención sanitaria son fundamentales para la detección precoz. La cirugía es un paso crucial tras el diagnóstico y, a menudo, requiere la intervención de un equipo multidisciplinar. La detección precoz y el tratamiento continuado mejoran significativamente la supervivencia.