Las familias de los pacientes de cáncer moribundos pensaban que su ser querido había tenido una mejor atención y calidad de vida cuando murieron en un hospicio en lugar de en la unidad de cuidados intensivos (UCI) de un hospital, revela un estudio reciente.
Los familiares reportaron una mejor experiencia al final de la vida con mayor frecuencia cuando su ser querido recibió atención de hospicio durante más de tres días (un 59 por ciento) que cuando recibieron atención de hospicio durante tres o menos días (un 43 por ciento). Además, solo un 45 por ciento de las familias reportaron una atención excelente cuando el paciente fue admitido en la UCI de un hospital en un plazo de 30 días antes de morir, hallaron los investigadores.
"Nuestros hallazgos son un potente argumento a favor de la importancia de planificar la atención de forma avanzada", afirmó la investigadora líder, la Dra. Alexi Wright, profesora asociada de medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, en Boston.
La forma y el lugar donde mueren las personas conforman firmemente la experiencia de morir de los pacientes, y cómo los familiares lo recuerdan, señaló.
"En este estudio hallamos que las preferencias de los pacientes influían sobre la atención que recibían. Ahora debemos asegurarnos de que los pacientes y sus familiares tengan la información que necesitan para tomar decisiones sobre sus experiencias al final de la vida, y planificarlas", planteó Wright.
El informe aparece en la edición del 19 de enero de la revista Journal of the American Medical Association, una edición temática especial sobre la atención al final de la vida.
Para el estudio, Wright y sus colaboradores reunieron datos sobre más de 1,100 pacientes de cáncer. Los investigadores usaron datos de entrevistas con los familiares de pacientes de Medicare con un cáncer avanzado de pulmón o de colon de un estudio de pacientes que murieron antes de finales de 2011.
Los investigadores también encontraron que solo un 42 por ciento de las familias de los pacientes que murieron en el hospital dijeron que su ser querido había recibido una atención de final de vida excelente, frente a un 57 por ciento de las familias cuyos seres queridos murieron en un hogar de ancianos u hospicio.
Además, los familiares de los pacientes que no recibieron atención de hospicio o que recibieron tres o menos días de dicha atención fueron menos propensos a reportar que el paciente falleció en el lugar que prefería (un 40 por ciento) que los que recibieron atención de hospicio durante más de tres días (un 73 por ciento).
"Los esfuerzos por aumentar una inserción más temprana en un hospicio y evitar las admisiones en las UCI y las muertes en el hospital son áreas de enfoque importantes para mejorar la calidad de la atención al final de la vida", dijo Wright.
El Dr. R. Sean Morrison es presidente de la Academia Americana de Medicina de Hospicio y Paliativa (American Academy of Hospice and Palliative Medicine) y director del Centro Nacional de Investigación sobre la Atención Paliativa. Sugirió que "los pacientes que tienen acceso a una atención de hospicio experimentan una muerte de mejor calidad y más pacífica que los pacientes en los hospitales".
Un motivo es que la atención de hospicio toma en cuenta los valores y las metas de los pacientes y administra el tratamiento conforme a éstos, explicó Morrison, que también es vicepresidente de investigación del departamento de geriatría y medicina paliativa de Brookdale de la Escuela de Medicina Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York. "El hospicio también ofrece una capa añadida de respaldo a la familia", dijo.
Además, el hospicio provee atención domiciliaria para los pacientes que prefieren morir en casa, dijo Morrison.
El hecho de que tantos familiares reporten que la muerte de sus seres queridos fue de mala calidad "debería ser una señal de alarma", enfatizó.
"Si el 50 por ciento de los estadounidenses dijeran que no están contentos con su reemplazo de cadera, habría un escándalo nacional", añadió Morrison. "Lo mismo se debe decir de la atención de las personas al final de la vida. Tenemos que poder hacerlo mejor".
La atención de hospicio está disponible para la mayoría de los pacientes, y la mayoría de los hospitales cuentan con equipos de atención paliativa, dijo la Dra. Joan Teno, profesora de medicina de la Universidad de Washington, en Seattle.
"Ahora debemos enfocarnos en cambiar la conducta del médico para mejorar la calidad de la atención", planteó. Al final de la vida, los médicos deben tener en cuenta los valores y metas de los pacientes, enfatizó Teno.
En su estudio reciente, Teno encontró que apenas uno de cada cinco familiares de alguien que murió en la UCI dijo que la atención fue consecuente con sus preferencias. "La atención médica que no es consecuente con las preferencias del paciente es una señal de que el sistema de atención sanitaria se está dañando. Realmente debemos alinear la atención médica con las preferencias", dijo.
Además, la atención de hospicio debe comenzar antes, no solo en los tres días antes de la muerte, comentó Teno.
"Debemos comenzar a pagar a los médicos no por procedimientos en la UCI, sino por la calidad", dijo Teno. "La clave es si los pacientes fueron informados sobre su pronóstico y sus opciones de tratamiento, y si la atención fue congruente con sus metas y valores".
Fuente: Medline Plus
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