Las mujeres embarazadas diagnosticadas con cáncer no necesitan retrasar su tratamiento ni ponerle fin al embarazo, encontró un estudio reciente.
El estudio incluyó a 129 niños en Europa cuyas madres fueron diagnosticadas con cáncer durante el embarazo, y a un grupo control de 129 niños nacidos de mujeres sin cáncer. La salud física y mental de los niños se evaluó cuando tenían 18 meses y 3 años de edad.
Entre los niños cuyas madres fueron diagnosticadas con cáncer durante el embarazo, el 69 por ciento se expusieron a la quimioterapia antes de nacer, alrededor del 3 por ciento a la radioterapia, y el 5.4 por ciento tanto a quimioterapia como a radioterapia. Unos pocos se expusieron a trastuzumab (Herceptin) o a interferón (menos del 1 por ciento en cada caso), mientras que alrededor del 10 por ciento solo se expusieron a cirugía.
Alrededor del 11 por ciento de las madres con cáncer no recibieron tratamiento durante el embarazo, según el estudio, presentado el lunes en el Congreso Europeo del Cáncer (European Cancer Congress), en Viena, Austria. Los hallazgos del estudio se publicaron de forma simultánea en la revista New England Journal of Medicine.
"En comparación con el grupo control de niños, no hallamos diferencias significativas en el desarrollo mental en los niños expuestos a quimioterapia, radioterapia, cirugía sola o a ningún tratamiento", afirmó el profesor Frederic Amant, oncólogo ginecológico de los Hospitales Universitarios de Lovaina, en Bélgica, y del Hospital Antoni van Leeuwenhoek en los Países Bajos.
"El número de ciclos de quimioterapia durante el embarazo, que varió entre uno y diez, tampoco se relacionó con el resultado de los niños", añadió en un comunicado de prensa de la Organización Europea del Cáncer (European Cancer Organization).
Los investigadores también encontraron que el nacimiento prematuro fue más común entre los niños nacidos de madres con cáncer, independientemente de si las madres recibieron o no tratamiento para el cáncer durante el embarazo.
"En la mayoría de casos, nacieron de forma prematura debido a una decisión médica de inducir el parto prematuro para continuar con el tratamiento contra el cáncer tras el parto", explicó Amant. "En algunos casos, el parto prematuro fue espontáneo, y es posible que el tratamiento del cáncer tenga algo que ver con esto. Pero no sabemos exactamente qué provoca un parto prematuro. Quizá la quimioterapia induzca contracciones prematuras, o una inflamación vaginal con una ruptura prematura de las membranas".
Los cánceres más comunes diagnosticados en las madres del estudio fueron cánceres de mama y de sangre, como la leucemia y el linfoma.
"Nuestros resultados muestran que el temor ante el tratamiento contra el cáncer no es motivo para finalizar un embarazo, que el tratamiento materno no debe retrasarse y que se puede administrar quimioterapia. El estudio también muestra que los niños sufren más por la prematuridad que por la quimioterapia, así que evitar la prematuridad es más importante que evitar la quimioterapia", dijo Amant.
El profesor Peter Naredi, copresidente científico del Congreso, añadió que "estos nuevos resultados deben calmar a las mujeres embarazadas que han sido diagnosticadas con cáncer y que, naturalmente, se preocupan sobre la mejor forma de proceder, no solo para ellas mismas, sino también para su niño no nacido".
"Aunque se necesita un seguimiento más prolongado de estos niños, en este momento el mensaje importante parece ser que los médicos no solo deben comenzar el tratamiento contra el cáncer de inmediato, sino que también deberían mantener el embarazo hasta que el término completo se acerque lo más posible", añadió Naredi, que no participó en el estudio.
Fuente: Medline Plus