Se estima que ocho millones de mujeres estadounidenses entre los 21 y los 65 años de edad no se han hecho pruebas de detección para el cáncer cervical en los cinco últimos años.
Ese es el hallazgo de un informe federal publicado el miércoles, que anotó que más de la mitad de los casos de cáncer cervical ocurren entre mujeres que nunca o raras veces se han hecho exámenes de detección.
En 2012, alrededor del once por ciento (ocho millones) de las mujeres de 21 a 65 años de edad dijeron que no se habían hecho pruebas de detección para el cáncer cervical en los cinco años anteriores. El porcentaje fue más elevado entre las mujeres sin seguro de salud (el 23.1 por ciento) y entre las que no contaban con un proveedor regular de atención sanitaria (el 25.5 por ciento), según el informe.
La falta de pruebas también fue mayor entre las mujeres mayores (el 12.6 por ciento), entre las asiáticas y de las Islas del Pacífico (el 19.7 por ciento), y entre las amerindias y nativas de Alaska (el 16.5 por ciento), según el informe Vital Signs, de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
Entre 2007 y 2011, la tasa nacional de pruebas de exploración del cáncer cervical se redujo en un 1.9 por ciento al año, y la tasa de mortalidad permaneció estable.
Pero la parte sur de EE. UU. tuvo la tasa más alta de cáncer cervical (8.5 casos por cada 100,000 mujeres), la tasa más alta de muerte por cáncer cervical (2.7 muertes por cada 100,000 mujeres), y la tasa más alta de carencia de exámenes de detección en los cinco años anteriores (del 12.3 por ciento).
"Cada visita a un proveedor puede ser una oportunidad de prevenir el cáncer cervical al asegurarse de que las mujeres sean remitidas de forma adecuada a una prueba de detección", aseguró en un comunicado de prensa de los CDC Ileana Arias, subdirectora principal de la agencia.
"Debemos aumentar nuestros esfuerzos por garantizar que todas las mujeres comprendan la importancia de hacerse las pruebas de detección del cáncer cervical. Ninguna mujer debería morir de cáncer cervical", añadió.
Un uso más amplio de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) también podría ayudar a reducir los casos de cáncer cervical y de muertes por la enfermedad, según los CDC. Un estudio reciente de la agencia encontró que la vacuna no se usa lo suficiente, ya que apenas 1 de cada 3 chicas y 1 de cada 7 chicos recibieron la serie de tres dosis de la vacuna en 2013.
La vacuna contra el VPH se recomienda a los niños entre los 11 y los 12 años de edad. Los estudios muestran que la vacuna contra el VPH y las pruebas de detección del cáncer cervical, en combinación, podrían prevenir hasta el 93 por ciento de los nuevos casos de cáncer cervical, señalan los CDC.
Una forma de mejorar las tasas de pruebas de detección del cáncer cervical sería eliminar las barreras financieras y de otros tipos, plantearon los CDC. El Programa Nacional de Detección Temprana del Cáncer de Mama y Cervical de la agencia provee a las mujeres de bajos ingresos, sin seguro o con seguro insuficiente un acceso a las pruebas de detección del cáncer cervical y de mama en todo el país.
Según el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU.:
Las pruebas de detección del cáncer cervical, que incluyen el frotis de Papanicolaou y la prueba del VPH, son una parte esencial de la atención de salud para las mujeres, porque detectan las malignidades o anomalías que podrían conducir a un cáncer del cérvix.
Las directrices actuales recomiendan que las mujeres se hagan un frotis de Papanicolaou cada tres años a partir de los 21 años de edad. Las mujeres de 30 a 65 años deben hacerse de forma simultánea una prueba del VPH y un Papanicolaou cada cinco años, o un frotis de Papanicolaou solo cada tres años. Las mujeres con ciertos factores de riesgo quizá necesiten unas pruebas más frecuentes, o seguir haciéndose las pruebas después de los 65 años de edad.
Las mujeres que han recibido la vacuna contra el VPH deben seguir haciéndose exámenes cervicales regulares.
Se estima que este año se diagnosticarán 12,360 casos nuevos de cáncer cervical en las mujeres de EE. UU., y que 4,020 morirán de la enfermedad, informa la Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society).
El Dr. David Fishman es oncólogo ginecológico del Hospital Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York. En respuesta a los nuevos hallazgos de los CDC, comentó que "el frotis de Papanicolaou es la herramienta más potente que se ha desarrollado, y puede salvar las vidas de las mujeres. La capacidad de detectar cambios precancerosos e intervenir para prevenir el desarrollo de un cáncer potencialmente letal mediante el uso de una prueba sencilla y mínimamente invasiva es el Santo Grial de la medicina. El futuro de la medicina es prevenir el desarrollo de la enfermedad, y el frotis de Papanicolaou provee la oportunidad de evitar que las mujeres contraigan cáncer cervical y mueran de la enfermedad".
Fuente: MedLine Plus
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