El cáncer colorrectal ha sido vinculado a las dietas occidentales ricas en carbohidratos pero han quedado poco claros los mecanismos subyacentes. Ahora estudio que se publica «Cell» muestra que las bacterias del intestino metabolizan los carbohidratos de la dieta, haciendo que las células intestinales proliferen y desarrollen tumores en los ratones que están genéticamente predispuestos al cáncer colorrectal.
Se sabe que el tratamiento con antibióticos o una dieta baja en carbohidratos reducen significativamente los tumores en estos animales, lo que sugiere que estas sencillas intervenciones pueden prevenir un tipo común de cáncer colorrectal en humanos. «Dado que el cáncer colorrectal hereditario se asocia con el desarrollo de tumores agresivos y rápidos, es fundamental entender cómo los principales factores ambientales, como los microbios y la dieta, interactúan con factores genéticos que potencialmente afectan a la progresión de la enfermedad», afirma el autor principal del estudio, Alberto Martin, de la Universidad de Toronto (Canadá). «Nuestro estudio proporciona nuevos datos sobre esta cuestión al mostrar que las bacterias del intestino interactúan con una dieta rica en carbohidratos para estimular un tipo frecuente de cáncer de colon hereditario», afirma.
Hidratos de carbono
Los hidratos de carbono representan alrededor de la mitad de la ingesta diaria de calorías de los adultos que llevan una dieta de estilo occidental y estudios anteriores han relacionado las dietas ricas en carbohidratos con el cáncer colorrectal en humanos. Este tipo de cáncer también se asocia con frecuencia con mutaciones en un gen supresor de tumores denominado APC, así como con el gen MSH2, que desempeña un papel crítico en la reparación de daños en el ADN. Sin embargo, no ha estado claro por qué las mutaciones que afectan a la vía de reparación del ADN son mucho más comunes en el cáncer colorrectal en comparación con otros tipos de cáncer. Como los microorganismos del intestino también contribuyen al desarrollo del cáncer colorrectal, Martin y su equipo sospechan que podrían interactuar con la dieta para explicar cómo las mutaciones podrían causar este tipo de cáncer.
Para explorar esta cuestión utilizaron ratones que tenían mutaciones en APC y MSH2 y, por lo tanto, estaban predispuestos a desarrollar cáncer colorrectal. El tratamiento con antibióticos o una dieta baja en carbohidratos redujo la proliferación celular, así como el número de tumores en el intestino delgado y colon de estos ratones.
Estos tratamientos también redujeron los niveles de ciertos microbios intestinales que metabolizan los hidratos de carbono para producir un ácido graso llamado butirato. Cuando los investigadores elevaron los niveles de butirato en los roedores tratados con antibióticos, la proliferación celular y el número de tumores aumentó en el intestino delgado.
Flora intestinal
Los expertos creen que los resultados sugieren que los metabolitos derivados de hidratos de carbono producidos por bacterias intestinales conducen a la proliferación celular anormal y el desarrollo de tumores en ratones predispuestos genéticamente al cáncer colorrectal. «Al proporcionar un vínculo directo entre la genética y los microorganismos del intestino, los resultados sugieren que una dieta baja en hidratos de carbono, así como alteraciones en la comunidad microbiana intestinal, podría ser beneficiosa para aquellos individuos que están genéticamente predispuestos al cáncer colorrectal», concluye Martin.
Fuente: abc