Científicos del Albert Einstein College of Medicine de Nueva York han logrado identificar el proceso por el cual las células del cáncer de mama invaden otros tejidos, lo que podría ayudar a controlar la metástasis e incluso detenerla.
El cáncer de mama es el tumor más frecuente en las mujeres occidentales, y solamente en España se diagnostican 22.000 nuevos casos al año. La metástasis es la primera causa de muerte en los pacientes con cáncer, y sin embargo, hasta ahora no se conocía el proceso en sí mismo, ni como las células invadían otros tejidos. Científicos del Albert Einstein College of Medicine de Nueva York han determinado el tiempo y el lugar exacto en que se activa la proteína que controla la invasión de las células a otros tejidos.
Evitar la metástasis y reducir el riesgo de mortalidad
El estado IV de la enfermedad es cuando el cáncer se ha extendido, causando la metástasis, y es el más mortal, con un porcentaje de supervivencia a los 5 años del 20%. Además, de acuerdo a la Red de Cáncer de Mama Metastático, aproximadamente entre el 6% y 10% de los nuevos diagnósticos de cáncer se encuentran en el estadio IV, y se estima que entre el 20% y 30% de los casos de cáncer desarrollan metástasis.
El equipo liderado por el investigador español José Javier Bravo-Cordero ha logrado detectar el preciso instante en que se activa la proteína en las células tumorales que regula la invasión. Este hallazgo, publicado en la revista Nature Cell Biology, permitirá el desarrollo de fármacos que prevengan el surgimiento de la metástasis y mantengan la enfermedad en un estadio menor de infección.
El proceso de metástasis supone la propagación de las células desde el tumor primario a los distintos órganos del cuerpo, atravesando la matriz extracelular que envuelve los tejidos y alcanzando los vasos que se encargan de irrigar los nódulos. El presente estudio ha permitido explicar cómo las células cancerígenas se desplazan hasta el torrente sanguíneo y llevan a cabo la invasión de otros tejidos.
Invadopodia
Según explica Bravo-Cordero, las células cancerígenas generan estructuras de invasión llamadas “invadopodia” que deshacen la matriz extracelular e invaden el tejido. Las estructuras se denominan así por el hecho de que su forma se asemeja a la de un pie, y requieren una articulación y desarticulación muy precisa para actuar.
La proteína clave para que este proceso se desarrolle se conoce como Rac1, y se encuentra especialmente concentrada en los tumores más invasivos. Para reconocer la presencia de esta proteína y el momento preciso en que esta se activa para llevar a cabo la invasión, los científicos han recurrido a técnicas muy avanzadas de microscopia.
Una de las técnicas supone la iluminación interna de la célula, que permite visualizar el complicado “circuito de señalización de la proteína”. Así, el investigador español afirma que, al igual que un electricista, los científicos modulan partes del circuito para comprender mejor su funcionamiento y detener la invasión.
Gracias a una serie de experimentos con células cancerígenas humanas, los investigadores han descubierto una ruta de señalización que podría utilizarse para controlar el desarrollo de la metástasis. Cuando alguno de los componentes de la ruta se suprime de la célula, sus capacidades invasivas dejan de funcionar.
Fuente: noticias universia
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