El Día Mundial del Cáncer de Ovario se conmemoró el jueves 8 de mayo. Cualquier mujer puede padecerlo, especialmente por genética, por eso la necesidad de permanecer informadas o solventar dudas para detectar este padecimiento a tiempo. Este es un mal catalogado como la quinta causa de cáncer en la mujer.
El cáncer de ovario es una patología relativamente frecuente entre las mujeres; ataca específicamente al ovario, que forma parte de los genitales internos femeninos. Este cáncer es el quinto más común. El primer lugar corresponde al de cérvix, luego siguen el de mama, útero, matriz y por último está el de ovario, afirmó Marya Ortiz Silvestre, médica ginecóloga y colposcopia general del Instituto Nacional del Cáncer de El Salvador (ICES).
Por otra parte, Fidel Campos, oncólogo radioterapeuta del Centro Internacional del Cáncer del Hospital de Diagnóstico, explicó que en los ovarios se puede encontrar una diversidad de tumores, ya sea malignos o benignos. De eso también dependerá el tratamiento que se aplique a cada caso, porque cada uno es diferente.
Para padecer este tipo de enfermedad tiene que haber una predisposición genética, es decir, que se comparta algún problema hereditario; pero esto no se encuentra dentro de un porcentaje alto, estriba de un 12 % al 15 % de los casos. También es de vital importancia investigar si en la familia se cuenta con antecedentes de cáncer de otro tipo.
El oncólogo recalcó que es importante que las pacientes asistan a sus controles médicos anuales, porque los síntomas son indiciosos o vagos para determinar un problema de cáncer en el ovario. Algunos de estos son: dolor de abdomen, de vientre, parecido al de la menstruación. El dolor es el patrón característico que lleva a consultar a las mujeres, manifestó el experto.
Para hacer un diagnóstico certero e identificar el problema, lo primero es realizar una ultrasonografía. Es necesario remarcar que muchas mujeres confunden la citología anual como el método para descartar un cáncer de este tipo. La citología únicamente investiga una parte diferente del cuerpo, la del cuello uterino.
Por ende, el ovario no se puede ver por esta vía ni ninguna otra que sea aislada al problema. La forma de ver el ovario es a través de la ultrasonografía, ya que tiene la capacidad de detectar anormalidades internas. A su vez, se realizan otros exámenes como la toma de tomografía y resonancia magnética, manifestó el oncólogo.
A través de una tomografía se puede conocer más datos, como el tamaño del tumor y que el especialista decida el tratamiento indicado, como realizar una cirugía citorreductora para extraer la tumoración. A realizar la cirugía, se toman tejidos de zonas alrededor para verificar que no hay contaminación de cáncer en la pelvis o en el abdomen, sitios a los que el cáncer de ovario se puede ir.
Al mandar a estudiar los tejidos y dependiendo del resultado de la cirugía, se determinará si es necesario aplicar quimioterapia. Cuando los tumores son pequeños, localizados y la cirugía es exitosa, las pacientes solo quedan en vigilancia. Significa que posterior a eso debe de haber exámenes de control para que la malignidad no vuelva a recurrir. “Mientras más temprano sea detectado el padecimiento, la evolución del tratamiento será mejor”, enfatizó la ginecóloga.
Asimismo, se realizan estudios con base en marcadores tumorales, que son sustancias detectadas en la sangre en cantidades mayores a la normal; aunque otros se encuentran en la orina u otros fluidos corporales. Entonces, para probar su presencia, el médico normalmente envía una muestra de sangre u orina del paciente a un laboratorio para verificar anormalidades.
Pero esto no es suficiente evidencia para demostrar la existencia del cáncer, pues tienen muchas limitaciones porque no lo diagnostica ni lo descarta. Debido a esto, la mayoría de los médicos solo usa pocos marcadores tumorales y lo consideran junto con el historial médico del paciente y su revisión física general, así como con otros análisis de laboratorio y estudios por imágenes.
Esto sirve como una pauta para evaluar cómo procede el cáncer de ovario, al estar la paciente en tratamiento, debido a que determina si los niveles están bajando o van por un buen camino.
Fuente; La Prensa Gráfica
La Declaración Mundial sobre el Cáncer reconoce que para lograr reducciones importantes en las muertes prematuras, la educación innovadora y las oportunidades de capacitación para los trabajadores de la salud en todas las disciplinas de control del cáncer deben mejorar significativamente.
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