Científicos del Instituto de Investigación del Cáncer de Londres (ICR, en sus siglas en inglés) han descrito por primera vez la historia evolutiva del mieloma múltiple, un tipo de cáncer de la médula ósea en el que existe una proliferación anormal de células plasmáticas. Los autores confían en que dicho hallazgo acerque la medicina personalizada a su tratamiento.
En el trabajo, cuyos resultados publica la revista 'Leukemia', los autores seleccionaron pacientes con un tipo común de mieloma múltiple y encontraron que los tumores están compuestos de dos a seis poblaciones de células tumorales diferentes. Y dentro del mismo entorno, grupos independientes de células cancerosas pueden evolucionar en paralelo adquiriendo mutaciones similares.
Los resultados son relevantes porque muestran una instantánea de cómo el mieloma se desarrolla a partir de un conjunto de anormalidades genéticas, lo que podría tener implicaciones para la forma en que se trata este tipo de cáncer de la sangre.
"Son síntomas de que está ocurriendo una proliferación de las células plasmáticas", ha explicado a SINC Lorenzo Melchor, investigador español en Hematología Molecular del ICR y primer autor del artículo.
En los últimos veinte años se ha conseguido avanzar mucho para alargar la vida de los pacientes y, si antes su supervivencia era de una media de tres años, ahora con los últimos tratamientos esta aproximación ha alcanzado de cinco a siete años.
"El problema es que, al cabo de cierto tiempo, los pacientes de mieloma se vuelven resistentes al tratamiento", añade Melchor. "Y aunque le pongas otro ciclo de tratamiento o cambies fármacos, finalmente el paciente acaba falleciendo".
Sin embargo, gracias a la descripción del genoma humano y a la caracterización de las mutaciones que existen en los tumores, los autores han valorado que las células que componen un tumor no son todas homogéneas, idénticas unas a otras, sino justo al contrario.
"Existe un conjunto de poblaciones celulares que comparten ciertas mutaciones pero luego cada una de estas poblaciones ha ido adquiriendo mutaciones independientes", apunta.
DE CÉLULA NORMAL A CÉLULA CANCEROSA
La transformación de una célula normal en una célula cancerosa se produce a través de una serie de cambios genéticos en su ADN. El ambiente del tumor pone presión selectiva sobre las células, haciendo que se diversifiquen a medida que evolucionan con el tiempo. El mismo proceso se sabe que sucede en el mieloma, aunque hasta ahora no había habido ninguna evidencia directa que mostrara esta evolución.
De este modo, en este caso se estudió a seis pacientes con translocación en los cromosomas 11 y 14 (en las que parte de un cromosoma se transfiere a otro), una causa común de mieloma donde dos fragmentos se fusionan de forma anormal. Según el investigador, la complejidad no fue conseguir un mayor número de muestras.
Seguidamente se compararon los datos completos de secuenciación del exoma --que estudia las regiones de ADN que forman las proteínas-- con su análisis de 300 células individuales en cada uno de estos seis pacientes, para crear los primeros mapas de cómo evoluciona la enfermedad.
"Esta es la primera vez que la evolución del mieloma múltiple se ha investigado en células individuales, lo que nos da una instantánea de cómo la enfermedad crece a partir de una puñado de mutaciones", afirma Melchor. "Esta caracterización de la genética de cada célula cancerígena no se había hecho hasta el momento y es en lo que el artículo es bastante innovador".
DIFERENTE EVOLUCIÓN
Los científicos describieron dos tipos de evolución: una lineal, en la cual las poblaciones celulares van acumulando mutación tras mutación; y una divergente --'branching' o ramificante--, en la que las poblaciones han evolucionado de una misma población ancestral pero han adquirido mutaciones independientes.
Además, por primera vez en el mieloma múltiple se ha visto que existe una evolución paralela, es decir, que dos poblaciones celulares del tumor, independientes entre sí, adquieren la misma mutación, pero de manera independiente.
Los científicos también evaluaron un paciente con leucemia de células plasmáticas, la forma más grave de mieloma, en el momento del diagnóstico y de su recaída para comprobar el alcance de sus hallazgos.
"Nuestros resultados nos llevaron a aplicar la teoría de la evolución por selección natural de Darwin al cáncer. Es decir, van a existir diferentes poblaciones que evolucionan por separado a partir de una célula cancerígena ancestral", sostiene el experto del ICR.
Los resultados podrían ser utilizados para identificar las mutaciones clave que ocurren en el desarrollo temprano del mieloma, lo que permitiría a los médicos usar tratamientos específicos con mayor eficacia en la erradicación de todas las poblaciones celulares posibles.
Fuente: infosalus