Tras años sin apenas avances desde que, en 1996, la gemcitabina sustituyó al 5-fluorouracilo como terapia estándar, un estudio publicado en NEJM acaba de revelar que nab-paclitaxel y gemcitabina logran un aumento de la supervivencia en un 30%.
El cáncer de páncreas es actualmente la cuarta causa más común de mortalidad por cáncer en ambos sexos en la Unión Europea, donde sólo en 2012 provocó más de 77.500 fallecimientos y en lo que va de año ya es responsable de cerca de 80.300 muertes. En España se diagnostican unos 5.000 casos al año, de los que 4.900 terminan en fallecimiento.
Asimismo, y aunque se prevé una mejoría en las tasas de supervivencia, es uno de los cánceres con peor pronóstico, ya que sólo uno o dos de cada diez pacientes presenta tumores malignos potencialmente curables con cirugía, suelen ser resistentes a la quimio y a la radioterapia, y más de la mitad de los afectados de cáncer de páncreas son diagnosticados cuando la enfermedad ya se ha extendido, por lo que el promedio de la esperanza de vida en el momento del diagnóstico es actualmente de apenas 5 meses.
No obstante, y tras años sin apenas avances en cuanto al pronóstico de supervivencia desde que la gemcitabina sustituyó al 5-fluorouracilo como terapia estándar en cáncer de páncreas metastásico en 1996, recientemente, la edición online de la revista The New England Journal of Medicine publicó los resultados del estudio internacional MPACT, que mostró que nab-paclitaxel y gemcitabina aumentan la supervivencia de las personas con cáncer pancreático avanzado en un 30 por ciento.
Avances como éste hacen necesaria una puesta al día de las novedades en cáncer de páncreas. Por ello, y bajo el título 'Nuevos retos, nuevas esperanzas', y con el objetivo de debatir sobre las claves de los tratamientos actuales y futuros de esta enfermedad, analizar los aspectos moleculares, genéticos, epigenéticos y microambientales que determinan los resultados e influyen en las decisiones terapéuticas, reflexionar sobre la evolución potencial de los paradigmas de tratamiento en base a los avances en el conocimiento del cáncer de páncreas y compartir los resultados del citado estudio, expertos de todo el mundo en esta patología se dieron cita los pasados viernes y sábado en el Auditorio Reina Sofía de HM Universitario Sanchinarro (HMS), donde se celebró el CIOCC Pancreatic Cancer Forum 2013.
Dirigido por los doctores Manuel Hidalgo, director del Centro Integral Oncológico Clara Campal (CIOCC) y vicedirector de Investigación Traslacional de Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO); Alfredo Carrato, director del Departamento de Oncología Médica del Hospital Universitario Ramón y Cajal, Madrid; y Núria Malats, directora del Grupo de Epidemiología Genética y Molecular del CNIO, la reunión examinó el estado actual de la investigación del cáncer de páncreas, dada la notable mejoría que el conocimiento genético, molecular y clínico de esta enfermedad ha experimentado en las últimas décadas, y la ayuda que ha supuesto para que los profesionales comprendan mejor las causas, progresión y tratamiento de este tipo de tumor.
Liderazgo de España en investigación en cáncer de páncreas
“Esta reunión interdisciplinar se traducirá en nuevas aportaciones a la atención y cuidado del paciente, mejoras en el conocimiento de esta enfermedad y pone, además, de relieve la reputación y el lugar que ocupa España, y en concreto el CIOCC, como punto de referencia de excelencia científica y clínica”, señaló en la rueda de prensa previa al foro el Dr. Mascías, director de HMS, quien subrayó asimismo la integración que HM Hospitales hace de asistencia sanitaria de calidad, docencia e investigación, que promueve “porque no creemos que haya una mejor forma de cuidar de nuestros pacientes que investigar para conocer mejor cómo prevenir las enfermedades, detectar métodos que permitan diagnosticarlas antes y descubrir nuevos tratamientos que permitan curarlas, o cuando menos controlarlas”.
Por su parte, también el Dr. Hidalgo destacó el liderazgo que ostenta España en la investigación en cáncer de páncreas, poniendo como ejemplos centros como el CIOCC y el CNIO y los modelos en animales que se desarrollan en los mismos. Igualmente, consideró que debates multidisciplinares como el CIOCC Pancreatic Cancer Forum 2013 son fundamentales en el hasta hace poco dificultoso avance clínico y científico contra esta enfermedad, “por las dificultades que existen para su diagnóstico precoz y la resistencia que ofrece a las terapias más establecidas”, y para la que se necesitan nuevos tratamientos.
Afortunadamente, en los últimos tiempos el abordaje del cáncer de páncreas está registrando logros e innovaciones a un ritmo que, lejos de apuntar a desacelerarse, parece estar ganando velocidad. Por ejemplo, estudios recientes han confirmado la importancia del estroma, que forma la mayor parte de la masa tumoral y además actúa como una dinámica barrera física frente a la quimioterapia y como un obstáculo para la llegada eficaz del tratamiento, al debilitar la función de los vasos sanguíneos que irrigan el cáncer. Al mismo tiempo, cada vez hay más literatura científica que pone de relieve el papel clave de las cascadas de señalización que surgen en el interior de las células para el desarrollo y supervivencia de las células madre del cáncer y del estroma.
En este sentido, el Dr. Carrato insistió en la importancia del estroma como barrera frente a la quimioterapia y en su papel pronóstico y ha analizado los recientes avances científicos en la comprensión de la biología molecular del cáncer de páncreas, reflexionando sobre cómo surgen estos avances de los estudios genéticos y cómo contribuyen a los mismos, destacando ejemplos de progresos en este área que tienen el potencial de generar nuevos tratamientos o biomarcadores, como la proteína SPARC, expresada en el estroma de las células cancerosas y asociada a albúmina .
Estudio MPACT: mejoras en la supervivencia
De hecho, estos conocimientos moleculares están comenzando a traducirse en mejores terapias. Así, en el citado estudio MPACT -en el que participaron 161 centros hospitalarios diferentes, ocho de ellos españoles, entre los cuales se encontraba el CIOCC, y del que el Dr. Hidalgo ha sido uno de los investigadores principales-, nab-paclitaxel y gemcitabina se confirmaron como tratamiento eficaz y bien tolerado en el abordaje del adenocarcinoma de páncreas metastásico.
En concreto, la investigación mostró que esta combinación de fármacos mejora significativamente la media de supervivencia global (8,5 frente a 6,7 meses, respectivamente), la supervivencia libre de progresión (5,5 frente a 3,7 meses, respectivamente), el tiempo hasta el fracaso del tratamiento (5,1 frente a 3,6 meses, respectivamente) y la tasa de respuesta global basada en una evaluación independiente (23% versus 7%) en comparación con la gemcitabina sola. Unos resultados “estadísticamente significativos y clínicamente relevantes que permitirán hacer más combinaciones terapéuticas más eficaces”, dijo el Dr. Hidalgo, insistiendo en “el futuro más prometedor en esta enfermedad tan dañina que nos deja ver este estudio”.
Así lo recordó también el Dr. Malcom Moore, jefe de Servicio de Oncología Médica y Hematología del Centro Oncológico del Hospital Princess Margaret, de Toronto (Canadá), quien analizó las implicaciones que los resultados de este estudio y de la combinación de quimioterápicos folfirinox (5-FU, leucovorín, irinotecán y oxaliplatino) tienen para el tratamiento del cáncer de páncreas.
“Los avances que se están registrando no son fruto del trabajo de un solo centro, sino del trabajo conjunto de muchos centros, especialmente de centros multidisciplinares, como el CIOCC, fundamentales para el correcto abordaje de esta enfermedad”, señaló el Dr. Moore.
El experto también repasó los principales avances registrados en los últimos tiempos en cuanto al tratamiento de los tumores precoces, localmente avanzados y metastásicos, así como las directrices en el abordaje de este tipo de cáncer de la Sociedad Europea de Oncología Médica y de la Red Nacional Integral del Cáncer (ESMO y NCCN, respectivamente, por sus siglas en inglés), dejando para el debate del foro las preguntas relacionadas con la investigación en el tratamiento del cáncer de páncreas aún por contestar.
Genética y cáncer de páncreas
Por su parte, la Dra. Malats aprovechó su intervención en el CIOCC Pancreatic Cancer Forum 2013 para dar una visión general de los síndromes hereditarios asociados a un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad, de la genética del cáncer de páncreas espontáneo (como el no familiar) y de los biomarcadores genéticos y el tratamiento personalizado, repasando también los conocimientos que se tienen en cáncer de páncreas familiar útiles en la comprensión del cáncer de páncreas general.
No obstante, cualquier área de rápido desarrollo de la ciencia biomédica genera casi tantas preguntas como respuestas, y esta patología no es una excepción. En este sentido en la reunión se puso de manifiesto la necesidad de los profesionales médicos de disponer de métodos más precisos y fiables para controlar y pronosticar las respuestas del cáncer de páncreas avanzado a la quimioterapia y predecir su pronóstico.
También en esta línea Carrato apuntó otros puntos en los que avanzar: “Sería importante un acción conjunta de todos los centros interesados en el abordaje del cáncer de páncreas para constituir un banco de muestras biológicas que nos permita entender mejor el comportamiento de esta enfermedad y avanzar en su tratamiento individualizado, así como una estrategia de colaboración con los demás profesionales médicos para conseguir estas muestras de tejido pancreático”.
Asimismo, los avances científicos a menudo surgen de las fronteras interdisciplinares y este encuentro reunió a profesionales de diversas especialidades, subespecialidades y disciplinas, lo que ha generado nuevas vías de progreso. De esta forma, los expertos reunidos en el foro pusieron los avances preclínicos, moleculares y traslacionales en un contexto clínico europeo, dando la oportunidad de discutir y debatir el papel de los tratamientos actuales y futuros y demostrando que hay aún mucha esperanza en el futuro del cáncer de páncreas.
Fuente: diario salud