Las mujeres con un riesgo elevado de desarrollar un cáncer de mama deberían tener la primera revisión a partir de los 25 años, según han asegurado expertos de la Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria (SESPM) que van a participar, los próximos 17, 18 y 19 de octubre en el primer Congreso Español de la Mama, organizado por SESPM con la colaboración de la Sociedad Española de Diagnóstico por la Imagen de Mama (SEDIM).
En este sentido, han destacado que los ultrasonidos, la resonancia magnética (RM), y a partir de los 45 años la mamografía, son las pruebas de seguimiento más adecuadas en estos casos.
Y es que, en España el cáncer de mama es el tumor más frecuente, tras el colorrectal, con cerca de 24.000 nuevos casos al año, de los que aproximadamente un 10 por ciento (2.600) son de carácter hereditario. Además, se sabe que un porcentaje elevado de cáncer de mama hereditario está relacionado con la mutación de los genes denominados BRCA1 y BRCA2.
Así las mujeres que presentan una alteración en estos genes pueden llegar a tener un riesgo de hasta un 70 por ciento de sufrir cáncer de mama a lo largo de su vida, frente al 10 por ciento de la población general. Del mismo modo, los antecedentes familiares, el factor genético (mujeres que presentan la mutación BRCA1 y BRCA2), y el haber tenido un tumor en la otra mama, son los principales factores que incrementan el riesgo de sufrir un cáncer de mama.
"En este encuentro abordaremos el cáncer hereditario desde todas las perspectivas: cómo desarrollar las analíticas de las mujeres que pueden ser candidatas a estudio, cómo debemos de proceder a su control en caso de desarrollar un tumor para detectarlo a tiempo, y qué medidas preventivas tenemos disponibles para evitar que aparezca", ha comentado el presidente de la SESPM y del Comité Organizador del evento, Carlos Vázquez.
Por otra parte, los especialistas han señalado que la primera opción para prevenir la aparición de un tumor de mama en mujeres de alto riesgo es la cirugía, ya sea a nivel de mama u ovarios. La ovariectomía (extirpación de los ovarios), que se realiza por vía laparoscópica, reduce el riesgo a la mitad, pero también puede producir una menopausia precoz.
"Disminuir al 50 por ciento el riesgo de desarrollar el tumor es mucho, pero a veces estamos hablando de mujeres muy jóvenes, que aún no han tenido hijos, por lo que esta opción no sería la más indicada", ha matizado este experto.
En el caso de la mastectomía profiláctica, estaría indicada para aquellas mujeres con la mutación genética BCRA1 o BCRA2. El problema es, según ha subrayado, que se trata de una operación que exige una alta especialización por parte del cirujano, ya que es una cirugía de tipo oncoplástico que supone el manejo de implantes mamarios y que se realiza, cuando tiene carácter preventivo, en mujeres sanas. "Por ello, es muy importante hablar con la mujer, explicarle los riesgos detenidamente, para que sea una decisión muy meditada", ha subrayado.
Respecto a las mamografías, Vázquez ha informado de que todas las mujeres constituyen un colectivo especial de riesgo ante esta patología y, por ello, han insistido en la importancia que tiene un diagnóstico temprano. Aunque la edad para comenzar a realizarse la mamografía aún es un aspecto que no está totalmente consensuado, en general los expertos establecen la primera prueba entre los 45 ó 50 años, y los 70 años la edad para finalizar este control.
"Eso no quiere decir que antes de los 45-50 años, o después de los 70 años, no se pueda desarrollar un cáncer de mama. El problema es que este cribado hay que realizarlo en mujeres asintomáticas, no en aquellas que ya tienen un bulto que deben ir inmediatamente al especialista. La mamografía ha demostrado incrementar la supervivencia, y, por lo tanto, es una prueba obligada para las mujeres. Asimismo, los tumores que aparecen a los 70 años normalmente son menos agresivos, por lo que a partir de esta edad no está demostrado que el cribado poblacional incremente la supervivencia", ha zanjado.
Fuente: Europapress.es