Los controles rutinarios reducen en un 30 por ciento la mortalidad del cáncer de mama, según ha informado el centro Onco-rad, que ha recordado que España es el país que tiene una menor tasa de mortalidad de Europa en este tipo de tumor.
Y es que, las pruebas de detección precoz consiguen localizar, en muchas ocasiones, tumores de pecho antes de que se produzcan síntomas. Sin embargo, sí que es posible que se den síntomas o señales que pongan la voz de alarma y que hagan urgente una revisión.
Estos síntomas pueden ser, tal y como ha publicado la Sociedad Americana Contra el Cáncer, hinchazón de todo o parte de la mama, irritación, dolor en el pezón o retracción del mismo, secreción o enrojecimiento. "De todos modos, es esencial la realización de pruebas rutinarias que dictaminen el estado de las mamas", ha asegurado el médico especialista en Radiología de Onco-rad, Josep María Argilés Vives.
En concreto, a partir de los 20 años de edad es recomendable que las mujeres realicen auto exploraciones mamarias con el fin de detectar posibles cambios. Por otro lado, el examen clínico realizado por un profesional médico, suele realizarse entre los 20 y los 39 años.
Asimismo, a partir de los 40 es cuando se deben efectuar las mamografías de cribado, la mamografía es considerada como el primer y único método de cribado que ha demostrado su eficacia.
"Como ocurre para prevenir cualquier enfermedad, realizar ejercicio físico de forma habitual y llevar una dieta saludable, rica en frutas y verduras, puede reducir el riesgo de padecer un cáncer de mama. Por supuesto, la eliminación o reducción del consumo de alcohol, también puede ayudar", ha señalado el experto.
Por otro lado, tal y como publica la Sociedad Americana Contra el Cáncer, las mujeres que deciden amamantar al bebé varios meses también pueden reducir las probabilidades de sufrir un cáncer mamario. Del mismo modo, la misma entidad advierte que si no se utiliza terapia hormonal durante la menopausia, el riesgo es menor.
Fuente: Europapress.es