La identificación de los anticuerpos (E6) contra un tipo del virus del papiloma humano (VPH) de alto riesgo, el VPH 16, podría ayudar a detectar el cáncer de orofaringe varios años antes de que aparezca la enfermedad.
El ICO es referente en la investigación en cáncer
Así lo concluye un estudio del EPIC, liderado por investigadores de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) en cooperación con el Centro Alemán de Investigación Oncológica (DKFZ) y el Instituto Nacional del Cáncer de los EE.UU. (NCI ) en el que también ha participado la Unidad de Nutrición, Ambiente y Cáncer (UNAC) del ICO. El artículo se ha publicado en la revista Journal of Clinical Oncology.
El virus del papiloma humano es conocido por ser el responsable del cáncer de cuello de útero y otros tumores como vulva, pene, ano ... Últimamente se ha demostrado que también está detrás de hasta el 35 por ciento de tumores de orofaringe. Este tumor es relativamente poco frecuente, y está fuertemente asociado al consumo de tabaco y de alcohol. Sin embargo, la incidencia ha aumentado en las últimas décadas en muchas partes del mundo, especialmente en Europa y América del Norte. Este incremento se cree que es producto del creciente número de infecciones por el virus del papiloma humano (VPH) como consecuencia de la expansión de determinadas prácticas sexuales, especialmente el sexo oral.
En el estudio que publica The Journal of Clinical Oncology se mirar si había anticuerpos contra el VPH 16 en la sangre de pacientes con cáncer oral y de personas sanas. Aproximadamente un tercio de las personas que desarrollaron un cáncer de orofaringe tenían anticuerpos hasta 12 años antes de la aparición de la enfermedad, lo que sólo ocurría en menos de un uno por ciento de los participantes que no desarrollaron el tumor. Asimismo, los individuos que sufrieron un cáncer oral provocado por el VPH tienen mucho mejor pronóstico que aquellos con el tumor causado por otro factor.
Si se confirman los resultados, se podrían desarrollar herramientas para detectar la presencia del virus y por lo tanto prevenir la enfermedad años antes de su aparición.
Todos los participantes forman parte del estudio 'EPIC', compuesto por más de 500.000 personas de 10 países europeos que fueron reclutados en la década de 1990 y se han seguido desde entonces. La UNAC coordina el proyecto EPIC en España.