Científicos de la Universidad de Texas en El Paso han encontrado un nuevo objetivo prometedor en la lucha contra el carcinoma seroso de alto grado, un tipo agresivo de cáncer de ovario.
Según el equipo, menos del 50 % de las mujeres sobreviven cinco años después del diagnóstico.
Un nuevo estudio publicado en la revista Scientific Reports muestra que la claudina-4, una proteína que aumenta en el cáncer de ovario, puede ser la responsable de la resistencia del cáncer, ya que ayuda a los tumores a sobrevivir y a esconderse de la defensa natural del organismo, el sistema inmunitario.
El estudio fue dirigido por el investigador postdoctoral de la UTEP Fabian R. Villagomez, Ph.D., y Benjamin G. Bitler, Ph.D., de la Universidad de Colorado Anschutz.
El equipo de investigación estudió tumores que crecen en modelos animales que tienen un sistema inmunológico similar al de los seres humanos.
Al atacar a la claudina-4, el sistema inmunológico pudo encontrar y atacar mejor los tumores, lo que hizo que el cáncer fuera más vulnerable al tratamiento.
Villagomez explicó que las células cancerosas suelen presentar alteraciones en su material genético que las hacen más agresivas y crecen de forma incontrolada.
Pero si estas alteraciones se vuelven demasiado extremas, el sistema inmunológico puede detectar y atacar el tumor.
«La claudina-4 parece ayudar al tumor a hacer frente a estos cambios genéticos, lo que le permite sobrevivir, esconderse del sistema inmunológico y evitar la muerte celular», afirmó Villagomez, que trabaja en el Departamento de Ciencias Biológicas de la Facultad de Ciencias de la UTEP.
El equipo probó un péptido llamado CMP, que puede bloquear la claudina-4, junto con un fármaco llamado inhibidor de PARP, que se utiliza habitualmente para tratar el cáncer de ovario.
Según el equipo, la combinación resultó eficaz. Cuando se aplicaron juntos, el crecimiento del tumor se ralentizó y el sistema inmunitario del organismo funcionó mejor que antes en la lucha contra el cáncer.
Aunque el tratamiento aún no se ha probado en seres humanos, Villagomez tiene previsto seguir estudiando el cáncer de ovario y la claudina-4.
Espera crear una red de investigación con otras universidades para aunar esfuerzos y, algún día, ayudar a que el tratamiento llegue a los pacientes.
Fuente: Universidad de Texas en El Paso