La lucha contra el cáncer es una carrera armamentística, y una de las armas más eficaces en el arsenal de los médicos es la inmunoterapia. La terapia de puntos de control inmunitarios se ha convertido en el estándar para tratar varios tipos de cáncer.
Sin embargo, la estrategia ganadora del Premio Nobel es ineficaz para la mayoría de los pacientes con adenocarcinoma ductal pancreático (PDAC).
«La terapia de puntos de control inmunitarios sólo es una opción en casos raros de PDAC», afirma el profesor Douglas Fearon, del Laboratorio Cold Spring Harbor (CSHL). «Sólo es eficaz en pacientes con un subtipo específico de PDAC, es decir, menos del 5% de todos los casos».
Hasta hace poco, se pensaba que el PDAC no desencadenaba ningún tipo de respuesta inmunitaria. En 2023, Fearon y su equipo confirmaron lo contrario. Las células inmunitarias sí pasan al ataque. Pero luchan por infiltrarse en los tumores mortales, lo que permite al PDAC evitar su destrucción.
Ahora, Fearon y el antiguo postdoctorado del CSHL Jiayun Li han descubierto que un suplemento de quimioterapia común llamado ácido folínico debilita las defensas del cáncer en ratones.
La investigación se publica en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Descubrieron que el ácido folínico eleva los niveles de dos moléculas inmunitarias anticancerígenas dentro del PDAC: las células T asesinas naturales (NKT) y los interferones de tipo I. En ratones, esto conduce a una respuesta inmunitaria más eficaz, un crecimiento tumoral más lento y una mayor supervivencia.
«Descubrimos que las células NKT permitían la producción de interferón de tipo I y, como consecuencia, se producía la muerte inmunitaria adaptativa y la expansión de las células T», afirma Fearon. «Las células T responden a los tumores, pero normalmente no pueden entrar en ellos a menos que se produzca interferón de tipo I. El ácido folínico potencia esa respuesta. El ácido folínico potencia esa respuesta».
El PDAC se resiste a las células inmunitarias mediante un escudo protector construido a partir de dos proteínas: CXCR4 y CXCL12. Este muro defensivo es prácticamente impenetrable. Pero cuando el equipo trató los tumores de PDAC con ácido folínico, se revelaron grietas.
Los elevados niveles resultantes de células NKT y de interferones de tipo I actuaron como marcadores de rastro, señalando un camino a través de las defensas del PDAC. Las células inmunitarias asesinas del cáncer que se habían mantenido fuera del muro pudieron introducirse en el tumor y empezar a contraatacar.
El laboratorio Fearon pretende ahora traducir su descubrimiento en nuevas terapias. Recientemente se han asociado con la empresa de biotecnología Autobahn Labs para desarrollar fármacos potenciales dirigidos contra CXCR4 y CXCL12. Éstos podrían convertir algún día la terapia de puntos de control inmunitarios en una opción habitual en la lucha contra el PDAC.
«Trasladar las observaciones en ratones a la terapia humana ha sido difícil», afirma Fearon. «Pero si tenemos éxito, puede que algún día la inmunoterapia se convierta en una opción viable para todos los pacientes con PDAC -y cualquier otro tumor sólido- y no sólo en los raros casos que vemos hoy en día».
Fuente: Laboratorio Cold Spring Harbor
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