Un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina LKS de la Universidad de Hong Kong (HKUMed) ha descubierto un factor inesperado de resistencia a la inmunoterapia contra el cáncer: el efecto nocivo de la señalización crónica del interferón de tipo I sobre las células T CD8+ que destruyen tumores.
Estos hallazgos aportan nuevos conocimientos sobre el desarrollo de células T CD8+ agotadas, que ya no limitan eficazmente el crecimiento tumoral, y ponen de relieve una nueva diana para la mejora de la inmunoterapia.
La investigación se ha publicado en Cell Reports.
La inmunoterapia, en la que los fármacos reactivan el sistema inmunitario del organismo para combatir enfermedades, es un tratamiento de primera línea cada vez más popular contra diversos tipos de cáncer.
Aunque numerosos pacientes de cáncer se han beneficiado de ella, la mayoría sigue sin responder al tratamiento o desarrolla rápidamente resistencia al mismo.
La desalentadora tasa de respuesta efectiva actual, del 20%-30%, es el resultado de muchos factores desconocidos.
Las funciones efectoras antitumorales de los linfocitos T CD8+ suelen frenar el cáncer.
Cuando estas células T que combaten el cáncer se agotan (células T CD8+ agotadas, Tex), la respuesta protectora se desvanece, permitiendo así que el tumor se escape inmunológicamente y crezca sin control.
El objetivo principal de la inmunoterapia contra el cáncer es prevenir y revertir el Tex.
Sin embargo, con el desarrollo terminal de Tex resistentes a la inmunoterapia, su eficacia se limita al 20-30%.
El objetivo de la investigación es comprender los factores que impulsan el desarrollo de Tex terminal y descubrir nuevas dianas terapéuticas para mejorar la inmunoterapia contra el cáncer.
El equipo de investigación descubrió un sorprendente efecto perjudicial de la exposición crónica al interferón de tipo I (IFN-I) sobre el desarrollo de Tex y la resistencia a la inmunoterapia.
Los pacientes con cáncer resistentes a la inmunoterapia también tendían a presentar niveles más altos de señalización de IFN-I.
Mediante un nuevo análisis de conjuntos de datos públicos de pacientes, cultivos de células inmunitarias y modelos animales, el equipo de investigación demostró que la señalización crónica del IFN-I impulsaba el compromiso del destino de las células T CD8+ hacia el agotamiento terminal a través de la promoción de la peroxidación lipídica (LPO), lo que se acumulaba en la resistencia a la terapia.
La Dra. Heidi Ling Guang Sheng, catedrática adjunta de la Facultad de Ciencias Biomédicas de HKUMed, y su equipo descubrieron que la vía perjudicial IFN-I-LPO puede utilizarse como biomarcador para asesorar a los pacientes sobre los regímenes de tratamiento, mejorando así la personalización de la terapia.
Además, si se sigue estudiando el papel del IFN-I, se abren nuevas vías de tratamiento para mejorar la respuesta inmunitaria de los pacientes.
Estos resultados de la investigación allanan el camino hacia nuevos enfoques para mejorar la eficacia de la inmunoterapia contra el cáncer. No obstante, deben realizarse ensayos clínicos para validar el momento, la eficacia y la seguridad del bloqueo del IFN-I", señaló la Dra. Ling.
Fuente: Universidad de Hong Kong