El neuroblastoma es un tumor del sistema nervioso simpático que se da principalmente en niños pequeños.
Cada año se diagnostica a 25 niños en los Países Bajos. La cirugía para extirpar el tejido tumoral constituye una parte importante del plan de tratamiento.
Desde noviembre de 2014, la atención a los niños de los Países Bajos con un tumor sólido, incluido el neuroblastoma, se concentra en un hospital nacional de investigación, el Centro Princesa Máxima de oncología pediátrica de Utrecht.
Para investigar el efecto de la concentración de la cirugía para niños con neuroblastoma, los investigadores del Centro Princesa Máxima examinaron los historiales médicos de 244 niños que habían sido operados en los cinco antiguos centros de oncología pediátrica de los Países Bajos entre 1998 y 2014.
Compararon estos datos con los de los 111 niños operados en el Centro Princesa Máxima entre 2014 y 2021.
La investigación se publicó en la revista European Journal of Surgical Oncology y fue financiada en parte por KiKa.
Los investigadores observaron que las operaciones duraban un 40% menos tras la concentración asistencial: la intervención duraba una media de dos horas y cuarenta y cinco minutos, una hora y cuarenta y cinco minutos menos que antes.
Además, la cantidad de sangre perdida durante la operación se redujo considerablemente, pasando de una media de 450 mililitros a sólo 50 mililitros.
Los investigadores comprobaron que el número de efectos secundarios durante el primer mes posterior a la intervención seguía siendo el mismo, pero su gravedad disminuyó.
Antes de la concentración de la cirugía, eran más frecuentes los efectos secundarios de la operación que requerían repetirla y que, en algunos casos, ponían en peligro la vida.
Los investigadores también hallaron indicios de una mejora en las tasas de supervivencia de los niños operados de neuroblastoma, pero se necesitan más investigaciones para establecer esta diferencia con mayor certeza.
El Prof. Dr. Marc Wijnen, cirujano oncólogo pediátrico y jefe del grupo de investigación del Centro Princesa Máxima de oncología pediátrica, dirigió el estudio. Dice:
'Con este análisis, mostramos resultados concretos de aunar todos los cuidados y la investigación para los niños con cáncer. Durante la operación se dañó menos el tejido sano, lo que se tradujo en menos complicaciones para el niño.
Por regla general, cuanta más experiencia tiene un cirujano, mejores son los resultados. El resultado de la investigación no me ha sorprendido. Demuestra que ahora podemos ofrecer a los niños con cáncer el mejor tratamiento posible".
El Prof. Dr. Rob Pieters, director médico y co-iniciador del Centro Princesa Máxima de oncología pediátrica, también participó en la investigación. Dice:
Nuestro principal punto de partida a la hora de crear un único hospital nacional de investigación del cáncer infantil fue que, como padre, uno quiere la mejor atención para su hijo. Lo que ya sabíamos por la práctica, ahora lo vemos expresado en cifras: al tratar una enfermedad rara más a menudo, los médicos son cada vez mejores en ese tratamiento. Y eso se traduce en mejores resultados para nuestros hijos.
En este estudio nos centramos en los resultados de la cirugía en niños con neuroblastoma. Espero que ahora -casi cinco años después de la apertura del Centro Princesa Máxima- los beneficios de la concentración de la asistencia y la investigación se hagan patentes para cada vez más formas de cáncer infantil.'
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