La importancia de la microbiota intestinal en las enfermedades del hígado relacionadas con el alcohol y el cáncer de hígado ha quedado demostrada en dos estudios presentados en el Congreso Internacional de Hígado Digital 2020.
El papel fundamental de la biodiversidad microbiana en el intestino se puso de relieve en un estudio sobre el trasplante microbiano fecal, y la técnica se mostró prometedora como intervención para mejorar algunos aspectos de las enfermedades hepáticas relacionadas con el alcohol.
En un segundo estudio se utilizó un modelo de ratón para asociar los cambios en la microbiota intestinal con la acción de moléculas de señalización clave, que median el riesgo de hepatocarcinogénesis.
En los últimos años, se ha implicado que los desequilibrios en la microbiota intestinal, o la disbiosis, contribuyen a la enfermedad hepática alcohólica.
En los casos de consumo crónico de alcohol, las especies reactivas de oxígeno producidas por el metabolismo del alcohol pueden provocar una inflamación intestinal crónica, lo que a su vez puede aumentar la permeabilidad intestinal y alterar la composición de la microbiota.
Esto incluye la expansión de las bacterias asociadas a la inflamación, como las proteobacterias, y la reducción de las especies protectoras, como las fecalibacterias.
Se cree que el aumento de la permeabilidad intestinal conduce a la translocación del ADN bacteriano intestinal y las endotoxinas al hígado.
Se cree que estas últimas, en particular, inducen vías de señalización del receptor 4 proinflamatorio similar al peaje (TLR4) que se asocian con la hepatocarcinogénesis.
La importancia de la microbiota intestinal plantea la posibilidad de explotar su manipulación para mejorar los resultados de los pacientes.
En el primer estudio se comprobó si el trasplante de microbios fecales (FMT), es decir, la transferencia de bacterias fecales de un individuo sano a un paciente, podía reducir el deseo de consumir alcohol como primer paso para su utilización en ensayos posteriores de mayor envergadura.
En un ensayo clínico piloto, doble ciego, controlado con placebo y aleatorio, 20 pacientes con trastorno por consumo de alcohol (AUD) y cirrosis hepática, que habían probado varias opciones para dejar el alcohol sin éxito, recibieron FMT o un placebo, y se demostró que el FMT reduce el deseo de alcohol así como el perfil de impacto total y psicosocial de la enfermedad en el día 15 después del tratamiento. Se observó un aumento significativo correspondiente en la diversidad de la microbiota en los pacientes con FMT en comparación con la línea de base (p=0,02), incluyendo una mayor abundancia relativa de Odoribacter.
Alistipes y Roseburia también fueron más abundantes en los pacientes que recibieron FMT en comparación con el placebo en el día 15.
El FMT fue seguro y demostró tener un impacto en la reducción de las ansias de alcohol a corto plazo y en la mejora de la calidad de vida psicosocial de los pacientes con cirrosis y AUD", añadió el presentador del estudio, el Dr. Jasmohan S Bajaj del Centro Médico McGuire VA, EE.UU.
La relativa abundancia de bacterias productoras de ácidos grasos de cadena corta identificadas en pacientes con mayor diversidad después del FMT demuestra que la alteración del eje intestino-cerebro es una vía potencial para aliviar el AUD en aquellos con cirrosis".
Un segundo estudio exploró cómo la microbiota intestinal puede afectar el proceso de desarrollo del carcinoma hepatocelular, utilizando ratones que han sido genéticamente modificados para desarrollar esteatohepatitis (ratones NEMO delta hepa). Al cruzar estos ratones con otros que han tenido otros genes implicados en la respuesta inflamatoria a las bacterias inactivadas, y luego alterar el equilibrio microbiano intestinal con antibióticos de amplio espectro, el equipo de investigación demostró que eliminar el receptor NLRP6 (un mediador clave de la homeostasis del colon que puede causar una disbiosis intestinal si es deficiente) conduce a una esteatohepatitis más grave y a una mayor carga tumoral.
El grado de permeabilidad de la barrera intestinal estaba altamente correlacionado con la carga tumoral así como con varios indicadores de inflamación en el hígado.
De manera crucial, este fenotipo inmunológico podía transferirse a otros ratones mediante el FMT, siempre que tuvieran una señalización funcional de TLR4, y podía revertirse si la microbiota trasplantada se agotaba con antibióticos de amplio espectro.
Sorprendentemente, también encontramos que reemplazar la bacteria agotada Akkermansia muciniphila en las entrañas de estos ratones ayudó a mejorar su inflamación y esteatohepatitis', dijo el Dr. Kai Markus Schneider del Hospital Universitario RWTH Aachen, Alemania.
Este conocimiento de cómo los cambios a corto plazo en la microbiota remodelan el microambiente del tumor hepático tiene el potencial de revelar nuevas opciones terapéuticas para la prevención y el tratamiento del cáncer.
La comprensión de las interacciones entre el genoma humano y el microbiano (metagenoma) en la salud y la enfermedad ha representado una de las principales áreas de progreso en los últimos años", dijo el profesor Luca Valenti, miembro del Comité Científico de la EASL de la Universidad de Milán, Italia.
"Estos estudios sientan las bases para explotar este nuevo conocimiento para el tratamiento de las enfermedades hepáticas".
Fuente: Spink Health
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