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La sortilina puede ser la clave para combatir más eficazmente el cáncer de páncreas

24 Aug 2020
La sortilina puede ser la clave para combatir más eficazmente el cáncer de páncreas

El cáncer de páncreas tiene un pronóstico extremadamente malo; es la tercera causa más común de muerte por cáncer en los Estados Unidos.

En un novedoso estudio publicado en The American Journal of Pathology, publicado por Elsevier, los científicos informan del descubrimiento de un aumento en el nivel de la neuroproteína sortilina en las células cancerosas del páncreas que puede abrir el camino para desarrollar un tratamiento más eficaz.

"Actualmente no existe una buena terapia para el cáncer de páncreas", explicó el investigador principal Hubert Hondermarck, PhD, de la Facultad de Ciencias Biomédicas y Farmacia y del Instituto de Investigación Médica Hunter de la Universidad de Newcastle (Australia). "Lo que necesitamos es una terapia dirigida que pueda frenar la rápida progresión de la enfermedad para dar más tiempo a que la quimioterapia y la radioterapia sean más eficaces".

La proteína de membrana neuronal sortilina está emergiendo como un actor clave en la regulación de la viabilidad y función neuronal, y hay cada vez más indicaciones de que está involucrada en la desregulación de la viabilidad de las células cancerosas.

La sortilina está sobreexpresada en el cáncer de mama, pulmón y tiroides; puede promover la invasión de células cancerosas en el glioblastoma; y participa en la adhesión y metástasis de las células cancerosas en el cáncer colorrectal.

Sin embargo, su expresión e impacto en el cáncer de páncreas no se conocía anteriormente.

En este estudio, los investigadores examinaron varias líneas celulares de cáncer de páncreas junto con las células epiteliales del conducto pancreático y establecieron que la expresión de sortilina era mayor en las células cancerosas, como se demostró en la espectrometría de masas y Western blot.

El aumento del nivel de sortilina en las células cancerosas del páncreas se confirmó mediante inmunohistoquímica en una serie de 99 adenocarcinomas pancreáticos humanos en comparación con 48 tejidos pancreáticos normales.

Además, se descubrió que la sortilina contribuía a la invasión del cáncer de páncreas in vitro mediante el mantenimiento potencial de la vía de señalización de la cinasa de adhesión focal (FAK).

Los investigadores también encontraron que los niveles de sortilina eran más altos en las mujeres con cáncer de páncreas en comparación con los hombres.

"Nuestro hallazgo de una mayor expresión de sortilina en las pacientes femeninas sugiere una posible regulación de la expresión del gen de la sortilina por parte de los receptores de estrógeno, pero se necesitan más análisis funcionales para confirmar esta hipótesis", señaló el Dr. Hondermarck.

El principal problema del cáncer de páncreas es la invasión local del tumor que lleva a la destrucción del páncreas, causando rápidamente la muerte.

Este estudio demostró que la inhibición de la sortilina con fármacos específicos o con inmunoterapia conduce a una fuerte disminución de la capacidad de invasión de las células del cáncer de páncreas.

Por lo tanto, es probable que la focalización específica de la sortilina complemente y mejore la eficacia de los tratamientos existentes. Sin embargo, no se encontró ninguna asociación estadísticamente significativa entre la expresión de la sortilina y la agresividad del cáncer de páncreas.

Por lo tanto, aunque la sortilina contribuye a la invasión de las células cancerosas del páncreas, es probable que no sea el único factor implicado.

"En conjunto, estos datos revelan que la sortilina contribuye a la invasión del cáncer de páncreas y es una posible diana terapéutica", comentó el Dr. Hondermarck. "Este descubrimiento puede conducir al desarrollo de un tratamiento más eficiente contra la enfermedad".

El cáncer de páncreas es una de las malignidades más agresivas, con menos del nueve por ciento de supervivencia del paciente después de cinco años.

Es la séptima causa de muerte por cáncer en todo el mundo y la tercera más común en los Estados Unidos.

El tipo más común es el adenocarcinoma de páncreas, que representa el 90 por ciento de los casos.

Los enfoques terapéuticos actuales incluyen cirugía, radioterapia y quimioterapia.

La cirugía es el tratamiento más común para el cáncer de páncreas en etapa temprana, pero se puede realizar en menos del veinte por ciento de los pacientes.

El principal fármaco utilizado actualmente para tratar el cáncer de páncreas, la gemcitabina, sólo tiene un efecto terapéutico limitado.

Fuente: Elsevier