El Dr. Abhishek Jain, profesor adjunto del Departamento de Ingeniería Biomédica y del Departamento de Fisiología Médica de la Facultad de Medicina, colaboró con investigadores de los Departamentos de Oncología Ginecológica y Biología del Cáncer del Centro de Cáncer MD Anderson para comprender mejor la interacción entre los tumores de cáncer de ovario, los vasos sanguíneos y las plaquetas.
Descubrieron que los tumores rompen las barreras de los vasos sanguíneos para poder comunicarse con las células sanguíneas, como las plaquetas.
Cuando estos tumores entran en contacto con las plaquetas, pueden hacer metástasis o comenzar a propagarse a otros lugares del cuerpo.
La investigación en colaboración se publicó recientemente en la revista Blood Advances.
Actualmente, los investigadores entienden que las plaquetas son uno de los iniciadores de la metástasis del cáncer de ovario, pero no saben qué condujo a la introducción de las plaquetas en las células tumorales.
En lugar de luchar por ver esta relación en modelos animales, el equipo de Jain trajo una nueva solución a la mesa: la investigación órgano en chip.
Los órganos en un chip son dispositivos médicos microfluídicos del tamaño de una unidad USB.
El equipo diseñó el OvCa-Chip para dar a los investigadores una ventana más fácil para ver los procesos biológicos entre los tumores y las plaquetas.
En una entrevista con la Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia, Jain explicó que "básicamente se trata de un microambiente en el que las células tumorales de los ovarios pueden ser co-cultivadas junto con sus vasos sanguíneos, y luego pueden interactuar con las células sanguíneas". Una vez que aprendemos sobre estas interacciones, podemos avanzar para ver cómo los medicamentos impactarán en este tipo de interacciones".
La observación de la interacción entre los tumores y los vasos sanguíneos en el OvCa-Chip llevó a los investigadores a un resultado extraordinario: las células tumorales rompieron sistemáticamente las células endoteliales, que son la barrera que recubre la superficie interior de los vasos sanguíneos e impide la interacción exterior con las células sanguíneas.
Una vez que esta barrera desapareció, las células sanguíneas y las plaquetas entraron en el microambiente del tumor y pudieron ser reclutadas para la metástasis.
Aprovechar este conocimiento podría cambiar la forma en que los clínicos abordan el tratamiento del cáncer de ovario, dijo Jain, sugiriendo que los medicamentos antivasculares podrían considerarse junto con los tratamientos contra el cáncer.
Un beneficio del órgano en un chip es que también puede probar estos novedosos tratamientos con drogas y combinaciones de drogas.
Otra aplicación de los chips podría ser el diagnóstico.
"Tienes que entender que estos son chips que están vivos. Contienen células vivas. La ventaja es que todas estas son muestras humanas", declaró Jain en la entrevista. "Así que lo que pensamos que el futuro de esta tecnología es, es que quizás podamos avanzar en la dirección de la medicina personalizada, donde podríamos tomar células madre de pacientes y otras células derivadas de pacientes y hacer todo este chip de un solo paciente".
Fuente: Texas A&M University
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