Si cree que fumarse un cigarrillo ocasionalmente en ambientes sociales es menos peligroso para su corazón que fumarse un paquete al día, piénselo dos veces.
Una nueva investigación sugiere que los fumadores sociales tienen el mismo riesgo de hipertensión y colesterol alto que los fumadores regulares.
"No fumar en lo absoluto es lo mejor. Incluso fumar en una situación social es dañino para la salud cardiovascular", advirtió la autora del estudio, Kate Gawlik, profesora asistente de enfermería clínica en la Universidad Estatal de Ohio.
"Una de cada 10 personas de este estudio dijo que a veces fumaba, y muchas eran jóvenes y ya estaban en camino a una enfermedad del corazón", añadió en un comunicado de prensa de la universidad.
Los investigadores encuestaron a casi 40,000 personas de Estados Unidos, y encontraron que más de un 10 por ciento eran fumadores sociales (lo que significa que no fuman a diario) mientras que un 17 por ciento eran fumadores regulares.
En ambos grupos de fumadores, las tasas de hipertensión eran de alrededor de un 75 por ciento y las tasas de colesterol alto de más o menos un 54 por ciento, según el estudio, publicado el 3 de mayo en la revista American Journal of Health Promotion.
La hipertensión y el colesterol alto son factores de riesgo importantes de la enfermedad cardiaca, la principal causa de mortalidad en todo el mundo.
"Se trata de hallazgos sorprendentes y tienen mucho significado para la práctica clínica y la salud de la población", afirmó la autora principal del estudio, Bernadette Melnyk, decana del Colegio de Enfermería y directora de bienestar de la Universidad Estatal de Ohio.
Los proveedores de atención de la salud deben intentar identificar a los fumadores sociales y ofrecerles consejo y herramientas para que dejen de fumar, plantearon los investigadores.
"Ha sido una parte de la población que se ha descuidado bastante. Sabemos que fumar con regularidad es una adicción, pero los proveedores generalmente no preguntan sobre el tabaquismo social", dijo Melnyk.
"Unos sencillos cambios saludables en el estilo de vida, que incluyen medidas adecuadas como la terapia con aspirina, el control de la presión arterial, la gestión del colesterol, el manejo del estrés y, algo muy importante, dejar de fumar pueden eliminar gran parte del riesgo de enfermedad crónica", añadió.
Fuente: Medline Plus